El régimen rechaza el llamamiento internacional a la transición.- El Ejército dispara al aire para dispersar a los manifestantes, a los que ha pedido que vuelvan a casa.- Suspendidas las sesiones del Parlamento para revisar los resultados de las legislativas de diciembre.- La oposición apuesta por mantener las protestas NURIA TESÓN / ENRIC GONZÁLEZ El Cairo 02/02/2011 El País
La protesta pacífica se ha extinguido hoy en Egipto. Grupos pro y anti-Mubarak mantienen desde hace horas una batalla campal en la plaza Tahrir (Liberación), epicentro desde hace nueve días de la revuelta contra un régimen que dura ya tres décadas. Con actitud muy violenta, grupos de seguidores del presidente han irrumpido en la céntrica plaza y se ha desencadenado un violento enfrentamiento con palos y piedras. Se han visto estampidas, personas heridas y hasta cargas a lomos de caballos y camellos. Hay varios heridos, según distintas agencias. Los soldados presentes en la plaza han procurado no intervenir y han pedido calma por megáfono, aunque al ver que su llamamiento no se escuchaba se han visto obligados a efectuar algunos disparos al aire, según ha indicado un corresponsal de Al Yazira. Mientras tanto, el régimen ha rechazado la petición de la comunidad internacional para que inicie una transición inmediata.
Los grupos pro-Mubarak han irrumpido en la plaza de la Liberación pese a los cordones del Ejército, que trata de mantenerse neutral, y de los propios manifestantes contra el régimen, quienes mantienen allí una concentración desde el pasado viernes que ayer alcanzó su punto culminante con cientos de miles de personas. El anuncio del presidente a las once de la noche (una hora menos en la España peninsular) asegurando que no se volvería a presentar en septiembre, no bastó para los grupos opositores. La multitud se quedó en la emblemática plaza cairota, que ha amanecido con unas 1.500 personas, a las que, como en días anteriores, se iban sumando nuevos manifestantes. Sin embargo, desde primera hora han puesto también rumbo hacia allí los partidarios del Gobierno con el objetivo de desalojarlos.
Los grupos que apoyan al rais han conseguido entrar en la plaza de la Liberación a última hora de la mañana y la protesta, ejemplarmente pacífica ayer, se ha vuelto violenta, ya que los anti-Mubarak no están dispuestos a retirarse de las calles antes de que el presidente deje el poder. Las imágenes de televisión han mostrado enfrentamientos a puñetazos, estampidas y carreras, lluvias de piedras (desde las azoteas hay gente lanzando piedras, sillas y otros objetos contundentes) y hasta cargas a caballo y camello -los opositores denuncian que eran policías de paisano, aunque el Ministerio de Interior lo niega. Mientras se ha intentado apartar de la refriega a mujeres y niños (ayer había incluso bebés en la concentración ). Con la llegada de la noche, se han visto bengalas y una parte de la plaza se ha cubierto de humo, procedente según Al Yazira de un edificio contiguo que se habría incendiado. Las agencias France Presse y Reuters informan de que algunas personas han resultado heridas.
Condena de El Baradei y la comunidad internacional
A la vista de los disturbios, el líder opositor Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica, ha culpado al régimen de Mubarak, al que acusa de "tácticas de terror". "Estoy muy preocupado, es un nuevo síntoma, una nueva indicación de un régimen criminal cometiendo actos criminales". "Mi temor es que esto devenga en un baño de sangre", ha dicho a la vez que calificaba a los partidarios de Mubarak de "panda de matones".
También se han producido ya las primeras reacciones de la comunidad internacional. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha expresado su "profunda preocupación" por la violencia que se ha desatado. Durante una visita a Londres, Ban ha subrayado que los ataques contra manifestantes pacifistas son "inaceptables". A su lado, el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, ha señalado que sería inaceptable que el régimen estuviera fomentando o tolerando esa violencia, en unas declaraciones recogidas por Reuters.
El único pronunciamiento de los dirigentes egipcios al respecto ha sido para negar la participación de policías de paisano o de cualquier otro tipo de milicias progubernamentales. Sí ha señalado el ministro de Exteriores, en cambio, que Egipto rechaza las peticiones de EE UU y de algunos países europeos para que inicie inmediatamente la transición y no posponga el proceso a septiembre. En un comunicado difundido por la agencia oficial MENA, el responsable egipcio de Exteriores ha dicho que los llamamientos de "partes extranjeras" son "rechazados" y que "tratan de influir en la situación interna" del país.
El Ejército pide el fin de las protestas
Mientras, el presidente egipcio, que se resiste a abandonar el poder, ha ordenado hoy la suspensión del Parlamento hasta que se revisen los resultados de las elecciones legislativas del pasado diciembre. La oposición denunció el fraude masivo en esos comicios en el que el partido de Mubarak se hizo con la casi totalidad de los escaños. El anuncio ha llegado apenas después de que el Ejército, actor clave en el país, tomara la palabra para pedir a los manifestantes contra el régimen que regresen a sus casas ya su mensaje ha sido escuchado y sus demandas conocidas. "Se ha escuchado vuestro mensaje y se van a atender vuestras demandas", ha dicho por televisión un portavoz del estamento militar, pieza fundamental en el país por el apoyo del que goza entre la población pero también como cuna del actual presidente y de los dos anteriores. "Las Fuerzas Armadas os llaman. Empezasteis saliendo a la calle para expresar vuestras demandas y sois los únicos capaces de recuperar la vida normal", ha añadido.
La suspensión parlamentaria y la llamada del Ejército no han servido para detener la afluencia de manifestantes a la plaza de la Liberación. "Nosotros no nos iremos, él [Mubarak] se irá", es el mensaje que coreaban los manifestantes. La oposición ha llamado a mantener las protestas y ha asegurado que solo negociará con el vicepresidente Omar Suleimán -designado por el presidente para dialogar con los partidos opositores- si Mubarak abandona, según ha anunciado el portavoz de la coalición que incluye, entre otros, al partido de Mohamed El Baradei, que ha vuelto al país para liderar la oposición, y los Hermanos Musulmanes. En unas declaraciones por televisión, El Baradei ha insistido en que Mubarak debe dejar el poder, que detenta desde octubre de 1981, antes del 4 de febrero, conocido ya entre los opositores como el viernes de la partida.
El tambaleante régimen, por su parte, ha tomado otras medidas para aliviar el bloqueo que vive la población. Esta mañana se ha restablecido, aunque todavía de forma parcial, el servicio de Internet y se ha anunciado una reducción del toque de queda. No se podrá permanecer en la calle entre las cinco de la tarde y las siete de la mañana. Hasta hoy, el toque de queda estaba vigente entre las tres de la tarde y las ocho de la mañana.